"Rescatada de los rincones más insondables del universo onírico, "Mulholland Drive" es una película para disfrute de aquellos que alguna vez se han levantado sobresaltados de la cama fascinados por un sueño que se ha esfumado en tan sólo un instante, y cuya aspiración es poder algún día retener ese mundo fascinante para repasarlo una y otra vez, analizarlo y complacerse de la complejidad del cerebro humano." - Mateo Sancho Cardiel (La Butaca)
David Lynch nos regala una pelicula delirante que marca un hito indiscutible en la década del 2000. No solo por resaltar la paradoja y la ambiguedad como eje temático, sino por hacernos creer, que la experiencia de la película prosigue una vez terminada de verla, a través de un labertinto de ideas e interpretaciones que uno recrea despues de disfrutarla.
Y es que Mulholland Dr (El Camino de los Sueños). marca la Total ruptura de la narracion lineal (una tendencia que ya empezaba a tomar forma una década atrás con las películas de Tarantino). Y esta ruptura se da por el hecho de retratar los sueños tal cual creando un guión laberíntico, lleno de aristas, recovecos, pistas y señuelos, donde cada espectador agarrará lo que le resulte más sugerente, significativo o similar a su propia experiencia, generando ademas uan gran fascinación en esta cualidad paritcipativa.
Esta tendencia de la ambiguedad, la complejidad y la contradicción son conceptos puramente postmodenos. Vayamos a nuestro campo, el de la arquitectura, y tomemos el libro de Robert Venturi: Complejidad y Contradicción para saber a donde quiere llegar David Lynch, que como gran director surrealista que es (ver otras joyas como Eraserhead y Terciopelo Azul), ha sabido llevarlos a su maxima expresión sin caer en lo aleatorio ya que mantiene en su obra una lógica y estructura bien definidas.
Lynch consigue que la película fascine desde el primer momento gracias a un estilo visual único, que nos sumerge en un torbellino de situaciones, de esas que podremos presenciar en vida pero que jamás sabríamos explicar. Planos dinámicos, camaras inquietantes, iluminación hipnótica, decorados surrealistas, personajes entre lo grotesco y lo idealizado, la excelente música y sonidos de Angelo Badalamenti, la hipnótica canción de Rebekah del Rio, etc, nos convencen de que la película es una experiencia cinematográfica insólita.
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